lunes, 11 de enero de 2010

Una Grabación con Historia - Capítulo I

A finales de 1998, mientras ensayábamos en La Habana el repertorio para el disco “Calle Salud”, de Compay Segundo, Diego Manrique me encargó una crónica que se publicaría meses después en la revista Efe Eme. Hace unos días, revolviendo papeles, he encontrado el texto original y he pensado que puede ser una buena manera de inaugurar este blog compartir aquella aventura.




DULCE DE CLARINETE

Diciembre de 1998. En la Calle Salud, junto al Barrio Chino, todo el mundo conoce la casa de Repilado. Desde primera hora de la mañana acuden uno por uno los músicos con sus instrumentos bajo el brazo. Llaman a la puerta y, como por arte de magia, esta se abre sola con el consiguiente asombro del visitante al comprobar que no hay nadie al otro lado, solo un estrecho descansillo poco iluminado y una escalera empinada.


Francisco Repilado Muñoz, "Compay Segundo", vive en el primer piso, pero subir esa escalera de un solo tramo y casi vertical no es ninguna bobería. Tras la escalada se accede directamente al salón donde uno, por fin, descubre el misterio: un contrapeso atado a una cuerda que desciende por el pasamanos hasta el mismo picaporte. Ingenio habanero en porteros automáticos, una de las infinitas muestras de lo que aquí se conoce como "invento cubano".

Compay, el mejor anfitrión de La Habana, brinda café a sus invitados y luego un traguito fuerte para aclarar las ideas y las voces. Ron, café y son cubano: la vida misma, caballero. Después toma su guitarra y, mientras el mundo sigue su agitado curso, el grupo ensaya canciones que poco tiempo después se escucharán a miles de kilómetros y en miles de lugares. La música sale de la casa y llena todo el barrio como el humo de una chimenea o el olor a pan cociéndose en una tahona. Un vecino pasa bajo el balcón y levanta la mirada. “Ya está Tocando Repilado, ahí arriba se está cocinando sabroso dulce de clarinete”.

Continuará...

4 comentarios:

  1. Ánimo con el blog, Luis. De momento este texto mola. Y recuerda que son muchos los que empezamos y pocos los que resisten... Constancia, mon ami Tovarich. Un abrazo de Héctor

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  2. Queremos el segundo capítulo ya !!!!

    que grande


    un abrazo

    Jaci

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  3. Enhorabuena Luis ¡¡ eres una máquina, está genial. De este lado tienes otra lectora suscrita. Tengo ganas de veros. Abrazo de Teresa

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  4. Luis, te vamos a proponer de columnista de El País... YA!!!

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